La reina de los criaderos, el tesoro mimado de la familia GEAY

Resultado de una cuidada selección, llevo generaciones recibiendo toda la atención y esmero por parte de la familia GEAY. Soy una ostra exigente, que requiere cuidados constantes y dedicación total. Durante más de 42 meses, soy trasladada de un criadero a otro, siempre en busca de aguas con una riqueza nutritiva excepcional. Las mareas me mecen con regularidad y el equipo GEAY me cuida con un saber hacer único, lo que me permite alcanzar el título de reina entre las ostras "Spéciales".

Con una carne generosa y una textura firme, despliego sabores intensos que envuelven el paladar de los más exigentes. Dejo una persistencia suave y redondeada en boca, con un toque dulce y un elegante matiz a avellana.

Mis sabores son frescos, sutiles y llenos de vida. Mi carne fina y mi toque salino encantan a quienes me prueban. Ese delicado sabor a avellana me convierte en un elemento esencial para los encuentros gastronómicos más especiales.